FALTA DE DESEO SEXUAL

¿Qué es la falta de deseo sexual? 

La falta de deseo sexual es un tópico de habitual preocupación en las consultas. Es tan frecuente que hay estudios que indican que una de cada cinco personas pierde el interés por el sexo en alguna etapa de su vida. Además, señalan que en las mujeres, el problema conocido como trastorno del deseo sexual hipoactivo, es aún más pronunciado (3 de cada 10). Se considera que se está frente a un problema de falta de deseo sexual cuando la carencia de fantasías eróticas y de motivación para tener relaciones sexuales se mantiene a lo largo de más de 6 meses.

El deseo sexual normalmente es variable a lo largo de la vida, pero cuando este falta provoca un gran malestar en la persona que la padece y en su pareja, en el caso de que la tenga. Incertidumbre, ansiedad, angustia, enojo y la sensación de fallar en el desempeño son algunos de los estados de ánimo que se generan debido a la falta de deseo sexual.

La falta de deseo sexual es una condición que puede ocurrir en cualquier momento de la vida del varón aunque suele estar más asociada a la edad y al síndrome de déficit de testosterona (presente en un 20% de los varones mayores de 70 años y al menos en un 5% de los que están por debajo de esta edad). Muchas situaciones pueden provocar este síntoma: exceso de trabajo, situaciones de estrés cotidiano y/o laboral, inadecuada alimentación, problemas familiares, malas relaciones de pareja, medicamentos, intervenciones quirúrgicas, etc. La rutina en las relaciones sexuales es otro de los motivos que lleva al hombre a perder el deseo sexual. No hay sorpresas, no se prueban cosas nuevas, no se incentiva la innovación como medio de excitación y se mantienen los tabúes y las limitaciones. Al final, la rutina trae la frustración y con ella la pérdida del deseo sexual.

Para el diagnóstico es imprescindible una correcta anamnesis, un adecuado examen físico y una valoración analítica que incluya un perfil hormonal. Orientando el caso de forma adecuada suele tener solución y en ocasiones puede precisar del uso de medicación y de ayuda psicológica.