PROBLEMAS DE ORGASMO

¿Qué son los Problemas de orgasmo? 

El trastorno orgásmico masculino es la dificultad o incapacidad de lograr un orgasmo. Según el DSM-IV-TR, este trastorno “es la ausencia o retraso persistente o recurrente del orgasmo a pesar de una fase de excitación sexual”. Este trastorno puede clasificarse en dos: la anorgasmia y la eyaculación retardada. La primera es la imposibilidad de lograr el orgasmo ante una estimulación adecuada y la segunda es la dificultad para lograrlo (estableciendo 25 minutos como tiempo límite, aunque es imposible aplicar este tiempo en todos los casos).

Existen diferentes situaciones en este tipo de trastorno: por un lado, están los hombres que no pueden lograr el orgasmo mediante la penetración pero sí consiguen hacerlo mediante otros mecanismos como la masturbación o el sexo oral (es la más frecuente). Por otra parte, está la situación de quienes sí pueden alcanzar el orgasmo con la penetración, pero solo si han disfrutado una larga estimulación previa y otros en donde consiguen llegar al orgasmo sólo en el momento de despertar tras un sueño erótico, por ejemplo, entre otras diversas situaciones.

¿Qué consecuencias tiene? 

Las consecuencias de estos problemas suelen ser diversas aunque frecuentes: insatisfacción en las relaciones sexuales, frustración, ansiedad, irritabilidad, rabia, inseguridad, rechazo, con lo cual, se viven las relaciones sexuales como algo desagradable, incrementando la gravedad del problema (la pescadilla que se muerde la cola).

Estas alteraciones en la mayoría de los casos suelen ser primarias (se ha dado desde siempre) y en pocas ocasiones secundarias (ocurren desde hace poco tiempo), y suele ser por trastornos médicos, situaciones de estrés, drogas o fármacos. Las causas en ambos casos son muy  variables y se pueden clasificar en dos grupos: psicológicas y orgánicas. En las psicológicas encontramos problemas como: creencias interiorizadas (culturales o religiosas), estrés laboral así como en la relación de pareja, pensar demasiado en el problema, uso prolongado de la marcha atrás durante el coito, traumas sexuales y baja autoestima, entre otras. En las orgánicas encontramos alteraciones como: diabetes, hiperprolactinemia, uso de fármacos (antidepresivos, antipsicóticos, algunos antihipertensivos, anticonvulsivantes, etc), abuso de drogas y de alcohol, cirugías locales, lesiones en la médula espinal, esclerosis múltiple y ciertas neuropatías también pueden producir este trastorno orgásmico masculino.

En definitiva, podemos decir que en la mayoría de los casos la situación ha ocurrido desde siempre y tiene un alto componente psicológico. Sospechar de un trastorno médico o farmacológico cuando el problema lleve poco tiempo, con lo cual la historia clínica es el pilar del diagnóstico. Según sea la causa se intentará corregir el problema y es de suma importancia el apoyo psicológico en muchos de estos casos para poder conseguir buenos resultados.

DR.NELSON DÍEZ

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