Incontinencia urinaria femenina y masculina

¿Qué es la incontinencia urinaria? 

La incontinencia urinaria es un motivo habitual en las consultas de urología y tiene importantes implicaciones en la calidad de vida de los pacientes. Es mucho más frecuente en las mujeres, sobre todo cuanto más edad tienen y es debida a múltiples causas en función del tipo de incontinencia que sea. En la sociedad existe cierto grado de aceptación de la incontinencia urinaria femenina a ciertas edades (se considera normal) y es un hecho que está cambiando mucho en los últimos años, por la longevidad de las pacientes y por la demanda de los estándares de vida actuales (mejor calidad de vida).

Son muy diferentes las causas de incontinencia urinaria en la mujer y en el varón. A grandes rasgos la mujer tiende más a la incontinencia por sus condiciones anatómicas (uretra corta, laxitud de los tejidos con los años, obesidad, partos, etc) con lo cual existe gran dependencia a una perfecta función del esfínter urinario externo y a un adecuado tono de la musculatura del suelo pélvico. Por su parte el varón tiene más tendencia a la retención urinaria (uretra larga, crecimiento prostático, mejor estado de la musculatura perineal, tipo de vejiga y fortaleza del músculo detrusor), con lo cual las causas de la incontinencia van a ser por lo general muy diferentes. En definitiva el tracto urinario inferior masculino suele ser de alta presión con una vejiga más musculada y redondeada,  y en la mujer el tracto urinario inferior suele ser de baja presión con una vejiga ancha y de paredes delgadas.

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Tipos de incontinencia urinaria

Por lo general existen varios tipos de incontinencia urinaria:

– Incontinencia urinaria de esfuerzo: en donde las pérdidas urinarias suelen ser por los cambios de postura, la tos, ejercicio, etc en donde existe un incremento de la presión intraabdominal y el esfínter urinario externo no es capaz de subir más la presión de cierre para compensar y evitar la pérdida de orina. La incontinencia urinaria de esfuerzo pura es frecuente en las mujeres que han tenido más de 2 partos, tienen obesidad y hacen poca actividad física con un suelo pélvico poco entrenado. Se puede ver también este tipo de incontinencia en hombres tras cirugías prostáticas en su mayoría oncológicas (por cáncer de próstata) aunque cada vez son menos frecuentes por el uso de técnicas mínimamente invasivas con una técnica quirúrgica de mayor calidad.

– Incontinencia urinaria de urgenciaen donde existen contracciones involuntarias del músculo detrusor de la vejiga en la fase de llenado vesical (donde suele estar en reposo) y ese incremento abrupto de la presión intravesical genera unas ganas incontroladas de orinar de forma no demorable (urgencia miccional) que en muchos casos acaba en incontinencia urinaria si no estamos muy cerca del servicio para poder orinar. Este tipo de incontinencia es frecuente en procesos inflamatorios vesicales (agudos o crónicos) como en las infecciones urinarias o en cistitis de repetición, ante la presencia de litiasis urinaria (expulsión de litiasis, inflamación, síndrome de uréter terminal, etc), en algunos tipos de tumores vesicales (carcinoma urotelial de bajo y alto grado, carcinomas un situ, etc), neuropatías vesicales, diabetes, enfermedades neurológicas, tratamientos por otras enfermedades, vejiga hiperactiva Idiopática (causa frecuente en las mujeres).

– Incontinencia urinaria mixta: en donde se aprecian características de ambas incontinencias (esfuerzo y urgencia).

– Incontinencia urinaria por rebosamiento: es un tipo de incontinencia en donde se experimenta goteo de orina frecuente o constante debido a que la vejiga no se vacía por completo y suele estar con alto residuo intravesical. Este tipo de incontinencia es frecuente en las obstrucciones infravesicales crónicas (prostáticas por ejemplo), en algunas enfermedades neurológicas con afectación vesical (vejiga neurógena) y en otras ocasiones como efecto secundario de algunos tratamientos médicos o quirúrgicos en pacientes obstruidos, entre otros.

– Incontinencia urinaria funcionalen donde una discapacidad física o mental limita el poder llegar al baño a tiempo. Por ejemplo, en casos de artritis grave, o en secuelas de un ACV (accidente cerebro vascular),  es posible que no  se consiga desabotonarse el pantalón o llegar a tiempo al servicio. También es frecuente este tipo de incontinencia en pacientes ancianos muy mayores con importante deterioro de su estado general o ante episodios inflamatorios/infecciosos que alteran su condición basal.

– Incontinencia urinaria continuaen esta incontinencia las pérdidas urinarias son constantes y no tienen relación a practicamente nada, es decir ocurren en todo momento y no se asocian a ganas de orinar. Este tipo de incontinencia está asociado en muchas ocasiones a fístulas (uniones patológicas entre dos estructuras anatómicas) entre la vejiga y la vagina, entre el uréter y la vagina, etc y suelen tener antecedentes quirúrgicos asociados o de radioterapia previa. En otras ocasiones el problema viene de nacimiento como en el caso del uréter ectópico en donde el uréter puede acabar por debajo del esfínter urinario externo y provocar incontinencia continua (simulando un retraso en lograr la continencia urinaria en la infancia).

– Incontinencia urinaria transitoria: En este tipo de incontinencia las pérdidas de orina ocurren por una situación temporal como una infección o un nuevo medicamento, una cirugía, etc. En estos casos, una vez que se elimina la causa, la incontinencia desaparece. En este tipo de pacientes ya suele haber alguna alteración urinaria de base.

– Enuresis nocturna: Es la pérdida de orina durante el sueño. Esta situación es más frecuente en niños y en algunos casos puede ocurrir en adultos. Es más común en varones y suele haber un compone hereditario asociado. Cuanto esta situación persiste con frecuencia a los 5 años o más, puede deberse a un problema de control de la vejiga. Esto podría ser debido a un retraso en el desarrollo, a una enfermedad neurológica o vesical, a la producción excesiva de orina por la noche u otro problema. A veces hay más de una causa. En los adultos, las causas incluyen algunos medicamentos, consumo de café, té o alcohol. También puede ser causada por ciertos problemas de salud, como la diabetes insípida, una infección del tracto urinario, cálculos renales, agrandamiento prostático, apnea del sueño, insuficiencia cardíaca o en el proceso de recuperación de alguna cirugía de las vías urinarias.

Ante cualquier paciente con incontinencia urinaria lo más importante es realizar un adecuado interrogatorio y examen físico para determinar el tipo de incontinencia y las posibles causas. En muchos de estos pacientes será necesario el uso de la ecografía urológica, la flujometría y la urodinamia para precisar con detalle algunas circunstancias. El diagnóstico adecuado es lo más importante porque trataremos la causa subyacente y en muchos casos corregiremos la incontinencia de orina.

En más de la mitad de las incontinencias urinarias de esfuerzo leves la clave está en mejorar la calidad del suelo pélvico (rehabilitación del suelo pélvico, ejercicios de Kegel, etc).

En los casos en los que médicamente no podamos corregir la incontinencia (medidas generales higiénico dietéticas, rehabilitación y/o con el uso de medicamentos) será necesario del uso de tratamientos quirúrgicos que nos permitan el control de las pérdidas urinarias (uretrosuspensión, técnicas esfinterianas, botox intravesical, la implantación de un esfínter urinario artificial, etc) con buenos resultados a medio-largo plazo.

DR.NELSON DÍEZ

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